El conocimiento previo de los estudiantes puede favorecer o dificultar el aprendizaje.
La forma en que los estudiantes organizan y construyen el conocimiento influyen en cómo aprenden y aplican lo que saben.
La práctica dirigida hacia los RAE, junto con la retroalimentación sobre ellos, direcciona el esfuerzo de lo que los estudiantes hacen para aprender y mejora la calidad de lo que aprenden.
El nivel actual de desarrollo de los estudiantes interactúa con el clima social, emocional e intelectual del ambiente de aprendizaje, impactando el aprendizaje mismo
La motivación de los estudiantes desencadena, orienta y sostiene lo que hacen para aprender.
Para convertirse en aprendices autodirigidos, los estudiantes deben aprender a monitorear y ajustar sus enfoques de aprendizaje y lo que hacen para aprender
Para desarrollar el dominio o maestría, los estudiantes deben desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes que componen a la competencia, practicar su integración y saber cuándo aplicar lo que han aprendido.
Adaptación propia a partir de Ambrose Bridges, Di Pietro, Lovett, Norman (2010).How learning works: Seven research-based principles for smart teaching. John Wiley & Sons.
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